Estoy segura que si te digo «Addams», lo primero que se te viene a la cabeza es esa familia gótica y oscura que tantas veces hemos visto en la televisión. Si estás aquí, es probable que hayas visto o estés interesado en la serie «Wednesday». Normalmente suelo ser MUY escéptica en cuanto a series de cosas que me gustan, pero en este caso me sorprendió. Y para bien. Aunque claro, Tim Burton metió la mano en la producción y dirigió también algunos capítulos, así que no se podía esperar menos. Tim Burton es genial (en mi humilde opinión).
En esta publicación, quiero hablar de la evolución de los personajes, utilizando a Miércoles Addams, la niña gótica por excelencia con la que muchos de nosotros nos hemos identificado, como ejemplo.
Los personajes son el corazón de toda historia; a través de sus ojos, vemos el mundo en el que nos estamos sumergiendo, y ellos son los que nos cuentan su historia. Es esencial que estos personajes resulten creíbles porque vamos a pasar un tiempo considerable con ellos y si no nos los creemos, es posible que dejemos de leer. Un personaje bien construido puede marcar la diferencia.
Tipos de personajes
Generalmente, tenemos dos tipos de personajes, los planos y los redondos.
Los personajes planos son figuras más simples en términos de desarrollo de personajes. Suelen ser predecibles y unidimensionales; esto no significa que sean malos o aburridos, simplemente cumplen una función específica en la trama y rara vez se desvían de su camino establecido. Podemos considerar que estos personajes representan una idea fija o un rasgo de personalidad predominante. Son un recurso muy valioso que puedes usar, no los menospreciemos, por favor.
En cambio, los personajes redondos son multidimensionales y complejos, experimentan cambios significativos a lo largo de la trama, son más humanos, más reales. Su carácter y sus acciones evolucionan en respuesta a las experiencias y conflictos que enfrentan. Ese desarrollo, sea cuál sea, siempre debe tener una justificación dentro del contexto de la historia. Al igual que nosotros, un personaje no cambiará porque sí. Detrás hay un proceso, un trabajo y unas vivencias que lo han llevado a ello. El cambio es el resultado de la experiencia vivida.
Cuando haces evolucionar a tus personajes te permites explorar temas más profundos y eso permite que los lectores puedan sentirse identificados y les obligues a pensar, les remuevas por dentro. Eso siempre es bueno.
Por cierto, aquí tienes el vídeo por si te interesa verlo:
Hagamos una disección del personaje de Miércoles en la serie de Netflix, de arriba a abajo. Pero antes de seguir, debo decir que no soy psicóloga, pero me gusta hacer este tipo de ejercicios porque creo que como escritores es interesante y nos ayuda mucho el análisis para la construcción de los personajes.
La Miércoles de las películas y las series antiguas de televisión era un personaje plano. Su comportamiento oscuro y misterioso se mantenía constante, casi sin mostrar emociones, salvo su icónica mueca de desdén. Aunque en su favor diré que eso no impidió que nos enamoráramos de ella y de su y estilo macabro. No existe un crecimiento sustancial como tal o cambios notables en su personaje.
En la serie, la cosa cambia. Es otro estilo y en este caso se han tomado la libertad de hacerla más humana, desarrollando su personalidad y su carácter, pero sin perder su esencia. Eso me parece sublime.
Nos muestran a una Miércoles más humana, más realista y atormentada. Aunque inicialmente muestra falta de empatía y tiende a manipular a las personas para conseguir lo que quiere, eso va cambiando a medida que avanza la trama. Vemos que la empatía sigue brillando por su ausencia, pero es capaz de razonar y entender que sus acciones causan daño a los demás. La muchacha a la que no le importaban las personas que tenía alrededor y que no valoraba la amistad que le ofrecían consigue valorar el abrazo de su amiga y apartarse de su soledad. A pesar de sus cambios, Miércoles al final sigue siendo en esencia esa misma niña macabra, callada y asocial, pero con una ligera diferencia.
Esa es la magia de la evolución de los personajes. Un personaje evolucionará, sí. Pero con una lógica. No puedes hacer que un personaje como ella al final de la serie sea super extrovertida, abierta, sonriente y cariñosa con todos. No porque no sea posible, sino porque no cuela. Por lo tanto, su evolución sigue un curso natural hacia ese punto.
Al final, eso depende de vosotros y de vuestra historia. Con este tipo de personajes, conseguirás que tus lectores se identifiquen con ellos, harás que tu historia sea interesante y evitarás que pueda ser predecible. Añadirás emoción y se involucrarán más en ella porque querrán saber qué es lo que pasará.
Tus personajes, a través de los conflictos internos y externos que experimenten, crecerán y evolucionarán. Puedes usar esa evolución para explorar diferentes cuestiones como la identidad, la madurez, el amor, la pérdida y la superación. Temas universales y relevantes para la vida que, por mucho que nos sean conocidos, siempre nos tocan de cerca y nos hacen reflexionar.
Así que, si estás buscando mejorar la evolución y el desarrollo de tus personajes, permanece atento para más publicaciones al respecto. Hasta entonces, espero que esta exploración de la evolución de Miércoles Addams te haya inspirado y ayudado a entender mejor cómo se puede manejar la evolución de los personajes en tu escritura.
¡Hasta la próxima vez!
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